lunes, 9 de julio de 2007

CIUDAD DE PELICULA

Sábado por la noche inPrishtina. He recibido una invitación algo diferente. La Fuerza de OTAN en Kosovo (KFOR) española me ha invitado a cenar en el cuartel general de la misión KFOR, el lugar se hace llamar Ciudad de Película, eso es crear expectativas y lo demás son tonterías.

A las veinte treinta hora zulú (hay que usar la jerga castrense para entrar en situación) el Salmantino de Oro y Nicoinkosovo llegan al primer control militar de Ciudad de Película, tres soldadas húngaras y su traductor nos dan el alto. Les informamos que hemos sido invitados y nos acompañan hasta la entrada principal.

Es el cuartel general de Kosovo, para dejarlo claro tienen un tanque apuntando al que entra, las alambradas con púas se las regalaban al llegar a Kosovo y las han puesto por todas partes. Al final llegamos al control, no podemos entrar hasta que algún militar español certifique nuestra entrada, tenemos que dejar los pasaportes.

Ciudad de Película no parece una base militar. Parece un festival de las naciones, todo lleno de pequeñas casitas prefabricadas y banderas de todas las países (que pertenecen a la OTAN, ofcourse). Es como andar por una expo, cada país tiene su tienda de duty free y su bar –lo llaman cantinas-, al andar por la zona recreativa vas escuchando las músicas típicas de cada país. Estopa y “la raja de tu falda” avisan que nos acercamos a la zona española, la gran bandera de la puerta lo certifica.

No se nos puede dar una mejor bienvenida, nada más entrar en la cantina. Una Cruzcampo bien fresquita. Mi actitud reservada se desvanece. Me han tocado una fibra sensible. El motivo es que el máximo responsable de la misión española es de Hispalis. Así, po sí.

El menú de hoy es algo especial:

PRIMERO

  • salmorejo cordobés con su típica guarnición de huevo duro y taquitos de jamón.

SEGUNDO

  • maiale al forno estilo sardo.

POSTRE

  • tarta de chocolate con crema de pistachos

La razón del plato italiano es que el Carabinieri Paolo se despide de Kosovo y agradece al contingente español su acogida con un plato típico de su Cerdeña natal, cerdo asado con especias mediterráneas.

Hay que destacar que desde que llegué a Kosovo, hace poco más de dos meses, sólo he comido carne de cerdo en una ocasión. Aunque Kosovo es un país musulmán Light, donde los hiyab y las barbas largas son escasas, la prohibición del consumo de cerdo es culturalmente aceptada y seguida. Lo que para mi no supone un problema, pero si un pequeño drama personal, dónde esté un buen solomillo ibérico que se quiten los vacas locas y las gripes aviares…

El invitado de excepción es el Carabineri Paolo es un italiano al cubo, es decir, un hombre de dos metros de alto, por dos de ancho, por dos de fondo, lo que acompañado de su cráneo afeitado y su camisa blanca impecable apuntó de estallar por ser tres tallas menos de las que le corresponden, le conceden un aire siniestro, animal. Menos mal que iba vestido de civil, si llega a ir armado me vuelvo a casa…

Las presentaciones con el personal asistente siguen un claro guión.

  1. ¿Cómo te llamas?
  2. ¿De dónde eres?
  3. ¿Cuándo llegaste a Kosovo?
  4. ¿Dónde trabajas?
  5. ¿Cuándo te vas de Kosovo?

El tiempo se suele medir en meses, pero no es raro que los interlocutores lo especifiquen en días.

Antes de cenar hay un pequeño discurso, para darle un aire de formalidad, en el que se despide a un Teniente Coronel y se le da la bienvenida a su reemplazo. Después, al yantar. Organizado como un buffet, las más de treinta personas que se han reunido disfrutan de la cena a la par que conversan.

El auditorio es mayoritariamente militar, es fácil de reconocer, son los que van de verde y visten uniforme. El resto, unos diez “civiles”, somos rodeados por militares que intentan ser cordiales y hacernos sentir cómodos en un ambiente que, en principio, nos es hostil.

Los militares nos muestran su cara más humana, nos cuentan sus problemas del día a día, sus preocupaciones… me siento un poco cohibido, en sottovocce hago chistes de milikos con el Salamantino de Oro y cualquier “civil” con cara de estar fuera de lugar, para quitar hierro al asunto.

La velada es agradable. La cena llega a su fin. Se nos invita a bajar a la cantina y tomar algo. Pero hay gato encerrado.

momento hilarante de la noche

NicoInKosovo con un Ron Cola en la mano derecha y armado con el micrófono cantando Macarena de Los Del Río versión Remix, con una melodía propia de Camela y desafinando como solo yo puedo hacerlo. Afortunadamente no hay ninguna prueba de los hechos, y sin cuerpo, no hay delito. Pá lo que hemos quedaó…

kosovarian Puthje -besos kosovares-


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4 comentarios:

A las 10 de julio de 2007, 10:25 , Blogger angelballes ha dicho...

Lo dicho algunas veces eres genial. nuevamente me has arrancado una carcajada a temprana hora.Sigue asi aunque sea en pequeñas dosis. besos hispalenses

 
A las 11 de julio de 2007, 17:16 , Blogger Danjuro ha dicho...

Me he reído un montón con tu post. A menudo uno se imagina que allí todo es turbio y triste, ¡Pero vaya que comilonas organizan los muchachos!¡Y con Cruzcampo!

Y no sufras por lo del Karaoke, tarde o temprano a todos nos toca...

Un abrazo.

 
A las 11 de julio de 2007, 17:32 , Blogger rAnita nOe ha dicho...

se dice que uno hace fuera de su país lo que nunca haría dentro.. creo que es cierto! yo lo disfruto..
besos

 
A las 11 de julio de 2007, 19:48 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Me has hecho más divertida esta aburrida tarde de trabajo en la oficina.


Besos, cada vez me enganchas más...

 

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