miércoles, 23 de enero de 2008

CARTAS A KOSOVO:VIVIR EN EL LIMBO

Kosovo es, a día de hoy, un lugar difícil de encontrar en un mapa. Geográficamente lo podemos situar en los Balcanes, pero eso no termina de aclararnos cuál es la situación de Kosovo.

En 1999, después del bombardeo de la OTAN sobre territorio serbio, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas dictó una resolución por la cual Kosovo, hasta entonces región del estado serbio, estaría bajo la tutela de la ONU hasta que se lograse unas condiciones mínimas de autogobierno. Pero Serbia nunca ha reconocido esta resolución. Y desde entonces han pasado ocho años.

Ocho años de ocupación internacional, no olvidemos que hay dieciséis mil militares de la OTAN en la zona, los KFOR –fuerzas de Kosovo de la OTAN-, en misión de paz, pero no dejan de ser militares que van armados y recuerdan en todo momento que puede pasar algo, que la paz entre serbios y albaneses no es algo definitivo. Que su presencia es necesaria y la seguridad de todos depende de ellos.

Ocho años de transición política, en los que Naciones Unidas ha guiado los pasos para construir un Kosovo democrático e igualitario. No podemos olvidar que Kosovo ha vivido en sus propias carnes el trauma de la caída del sistema comunista, la imposición de la dictadura de Milosevic, el dolor de la guerra, una posguerra y la actual ocupación internacional. Y todo eso en menos de veinte años.

Ocho años de economía de posguerra. Una economía en constantes crisis, con altos niveles de desempleo, una inflación astronómica y una fuerte dependencia de las subvenciones de la Unión Europea y Naciones Unidas. Situación que crea serias dudas sobre el futuro. Un futuro que nunca llega.

Ocho años de incertidumbre, en el que ha habido constantes rumores sobre las posibles soluciones a la situación. Y el problema es que Kosovo no existe como país, y no poseer dicho estatus le impide mantener cualquier tipo de relaciones oficiales con otros países. Pero los que sí existen son sus más de dos millones de habitantes. Una población civil diezmada por el paso del tiempo y frustrada ante la falta de expectativas.

Vivir en Kosovo, vivir en el Limbo, no es fácil. Pero el pueblo kosovar tiene una gran capacidad para adaptarse a los cambios, y mientras esperan una nueva resolución del Consejo de Seguridad que determine su futuro, la vida sigue en Kosovo.

kosovarian Puthje -besos kosovares-

4 comentarios:

A las 23 de enero de 2008, 12:51 , Blogger Unknown ha dicho...

Nico, corresponsal en Kosovo del diario (podría decir el nombre de cualquier periódico de habla hispana). Todo un artículo de la situación que se vive en ese país o en ese no-país. Un abrazo

 
A las 23 de enero de 2008, 14:36 , Blogger Patricia Simón ha dicho...

En nosotros la vida sigue en Kosovo gracias a tus crónicas. Con tu permiso, te posteé en Bestiarios.

Besos gijoneses,

Patricia

 
A las 24 de enero de 2008, 10:27 , Blogger rAnita nOe ha dicho...

sigue la vida en Kosovo, como en todas partes.. pero no todos los demás lugares tienen un reportero tan genial. saludos, besos alicantinos, de momento.

 
A las 25 de enero de 2008, 11:51 , Anonymous Anónimo ha dicho...

vuelve! :)

 

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